Y como la ocasión lo merece, y como me he portado tan mal con mis lectores (mis más íntimos amigos que no me abandonan, o aquellos que más se aburren en sus trabajos..) voy a proceder a contar una historia, tan verídica como estúpida, la anécdota acontecida un sábado tal, como ayer mismo.
Dispuesta a pasar una buena tarde del sábado, con una de las mejores compañías, todo hay que decirlo, mi amiga Cris, decidimos cenar tranquilamente en casa mientras veíamos una buena película.
Compramos una pizza fresca, para hacer al horno, y unas patatillas, y como tenía una peli que me acababa de bajar y no habíamos visto, pues ya estaba todo el plan preparado. Cenar en el sofá de mi cuarto de estar enfrente del ordena mientras vemos la peli.
He aquí la cuestión: ¿cómo llegamos a romper el cristal de la mesita del salón?
Sí, esto nos recuerda a aquel post de Roge, en el que nos contaba la historia de un chaval que no se le ocurrió nada más que imitar a Légolas en su casa, con un arco y una flecha, si no recuerdo mal, cargándose así el sofá de sus padres. Lo único que tienen en común las dos historias, es que, estas cosas sólo pasan cuando no están los padres.........
Pues resulta, que la mesa que hay en el cuarto de estar, es una mesa normal redonda, de salón, aunque no muy grande, pero sí alta, por lo menos demasiado para cenar sentado en un sofá, es por eso que se me ocurrió a mí, la brillante idea de trasladar la mesita del salón.
He aquí el orden cronológico de los hechos:
Yo: "Eureka, traigamos la mesa del salón"
Cris: "¡qué dices! a ver si nos la vamos a cargar..."
Yo: "qué nos vamos a cargar... ya se la cargó una vez mi hermano, que rompió el cristal, pero porque se cayó de espaldas sobre ella, mientras creo que se flipaba con un balón y jugaba el sólo al fútbol...jejejejeje"
Vamos a ello:
Cris: "uy creo q no va a caber por la puerta"
Yo: "anda, anda, cómo no va a caber, cómo te crees que la hemos metido, desde la calle a la terraza del salón...."
-Ploc, planch, pughht-
Yo: "anda, pues es verdad, no cabe horizontalmente, pero.. sólo hay que torcerla un poco..."
Nos disponemos a torcerla, la ponemos en vertical y..... HISTORIA LIADA, el cristal que como yo muy bien sabía iba apoyado en unos centimetrillos de la madera, al ponerlo en vertical, se deslizó suavemente al suelo. Cristina dijo que ni lo vio caer, pero yo.... yo vi como caía lentamente, como me dio tiempo a poner el pie, yo no sé para qué, pensando quizás que amortiguaría y no se rompería, y como me dio tiempo a quitarlo de nuevo sin que me pasara nada.
Bueno, no estuvo mal las risas que nos echamos después.... si rompes el cristal de la mesa del salón HUUUU-MOR, si se llena todo de cristales HUUUU-MOR, si se te jodió el invento de la comodidad de la cena HUUUU-MOR.... en fin hay que tomarse la vida con filosofía.
Sí, hay que tomárselo con filosofía.. ¿pero porqué las putadas gordas (recoger miles de cristales del suelo, por ejemplo) suelen pasar cuando decides que no vas a hacer nada durante un rato?
Murphy era un cabrón.
"tía! pues hemos roto el cristal"
me parto
que bueno jajaja, esto es como los recuerdos de la infancia, solo q en tiempo real, jejeje
¿sabes que? todavia sigue sin cristal la mesa... jeje. oye y hoy que??... ya me diras si te vienes o no,o que haces...
Haber si un dia de estos cuando vallas a ver una peli tranquilita y cenar en casa, me llamas y la vemos y asi sois mas.
Un besazo.
Dani(tu primo).
pues seguro q si hubieses venido tú, dani; no hubiera ocurrido ninguna desgracia... aunq nunca se sabe jeje.
1bsito, a la próxima te aviso.