Riqueza... ¿no era uno de los siete pecados capitales?
En fin, en ningún modo es mi caso. Si lo fuera, no estaría a día de hoy sin saber lo que voy a hacer en Semana Santa.
El caso es que a lo largo de nuestras vidas vamos acumulando los más diversos objetos. Unos de los míos evidentemente son guantillas.
Para qué sirven, supongo que ya lo sabréis. A continuación os muestro, de todas formas, un ejemplo ilustrativo.
La historia se sigue como las viñetas de un cómic, ya sabréis por qué nunca me dedicaré a esto...
Tras largas noches de preparar un ataque sorpresivo, aka (guantilla roja) decide llevar a cabo el ataque planeado:
Como q sin planes???? :P
Nos vamos a la nieve!!! yuhuuuu!!!