Cómo molan las motos!! y la verdad que también algunos moteros..... pero hay otros... madre mía madre mía, que miedito que dan, sobre todo cuando te amenazan, o algo por el estilo que no sé definir.
Tal como éste era el motero, aunque más grande y gordo creo, y más feo, la verdad que sólo me dejó en mente su cara que, con amenazantes ojos me miraba a una distanica tal como 50 cm, no sabría decir, pero q casi me hago pipí vamos....
Los protagonistas, Cristina y yo, y por supuesto, uno más ya de la familia, protagonista de muchos otros post, mi smart. Eso por la parte de los buenos; y en el lado de los malos, el supermotero, típico de las pelis americanas, así de ese corte: grande, rubio y gordo.
La historia comienza en una de esas calles estrechísimas antiguas de madrid, por alonso martínez. Circulábamos lentamente por la calle, debido a que acábabamos de comprar un microondas a Miguel, excompañero de curro de Cris, para el padre de Cristina, sí es una historia un tanto extraña, un poco largo de explicar. Bueno por eso íbamos despacito, además me parece recordar que también llovia un poco. Sí, está claro que llovia, porque antes de llegar a casa de Miguel, me pasé dos horas entre calles y carreteras, y es que madrid, viernes, 8 de la tarde, lluvia, primeros de diciembre.. en fin que contaros.
El caso es que al ver al personaje que llevábamos detrás comenté: "guau, mira que motero que llevamos detrás". Cristina se giró, le miró, y nos entró la risa, pero no creo que el hombre se diera cuenta, no? El caso es, que como yo iba muy despacio, y en la calle estrecha él no tenía sitio para adelantarme, me eché a un ladito para que pasara. Entonces él, en lugar de pasar, se paró a nuestra altura y nos empezó a mirar con cara de muy mala hostia.
Yo le dije e hice gestos de "pasa, pasa" y él no pasó, sino que nos miró más amenazante todavía. Y yo me dije pues si no pasas sigo yo, y al arrancar, arranca él a nuestra par, y yo "uy! o tú o yo, amigo". Me vuelvo a parar, y va el colega y se para, acojonante, y que miradas... "donde me metorrr, donde me metorrr", no sabía ya que pensar, digo o me está vacilando o este tío me mata en un par de minutos.
Vuelvo a arrancar, y de nuevo otra vez me sigue el motero a la par, acelero, él acelera, acelero más, él acelera más..... y freno en seco, ¡¡¡por fin!!! él podría haber frenado igual, tampoco aceleré mucho, pero afortunadamente se fue.
Cuando se nos pasó el acojone, bueno al instante en que se alejó diez metros, las risas que nos echamos sí que fueron acojonantes!!!!!
Espero que sabiendo lo que nos pasó, hagáis lo debido, para que no os ocurra a ninguno de vosotros, POR LO QUE PUEDA LLEGAR A PASAR.