Somos animales de costumbres, y de ello no cabe duda.
Es bastante curioso como tendemos a repetir los mismos actos cotidianos en los que nos encontramos día tras día.
Cada vez que estoy en las aulas del ala este de mi facultad, y tengo la necesidad de ir al baño, voy a los servicios que hay enfrente del aula N3 que están allí mismo.
Pues bien, estos servicios están muy chulos, siempre están muy limpios y nunca hay que esperar, debido a que debe de haber lo menos 14 WC, la verdad que nunca me he parado a contarlos. De hecho, es que siempre entro en el mismo.
Ya es la segunda vez que entro en dos semanas, y MI SERVIVIO está ocupado.
Siempre me ha gustado hacer chapuzas, aunque mejor dicho siempre me ha gustado meter mano a las cosas, en el buen sentido, por supuesto, y como una pues no nació sabiendo, pues resulta que lo que hace podría denominarse "chapuza".
La cuestión radica en que érase una vez, hace unos días en que me entró la inspiración en vena, y decidí salir a montar en bici, bueno creo que ese tipo de inspiración la tengo siempre latente...
El caso que me disfracé del todo como dice mi madre, y es que todo cuenta para la motivación, el casco, los guantes, el culotte, las gafas, etc., etc., cuando voy a por la bici y la rueda de atrás no era rueda, era una masa vermiforme, deforme.. no había visto rueda más pinchada en la vida, de hecho lo primero que pensé es quién me ha quitado la cámara de la rueda, y sobre todo, ¿por qué?, pero no, allí estaba la cámara más deshinchada de lo que nunca me llegué a imaginar.
Así que manos a la obra, pim pan pim pan, desmontar rueda, sacar cámara, buscar pinchazo..
Al final encontré al causante, ains ains, y sí cambié la cámara a la bici, jeje parce una tontería pero como nunca lo había hecho, ni lo había visto hacer, ahh y lo hice yo solita, "ay! cuanto me quiero desde entonces, jeje"
Moraleja: "hay veces (y muchas supongo) que lo que es una tarea de lo más cotidiana para unos, puede suponer toda una odisea para otros"
¿Empezamos o continuamos? después de tan largo parón, de tanto tiempo inactivo, es difícil decidir cuál sería el término más apropiado.
Pero lo importante es que se ha vuelto. Ya somos más maduros, un año más viejos, aunque sinceramente yo no noto la diferencia, ya ves sólo fueron un par de meses en los que estuve desconectada... también, quizás con alguna que otra experiencia nueva vivida, y sobre todo con ganas de vivir otras muchas nuevas más. Con mentalidad renovada, muchas ideas, nuevas ilusiones, nuevo proyectos, nuevas metas... con serenidad y paz interior para disfrutar de la vuelta a la vida y para superar la vuelta al non stop de esta continua locura.
A ver cuánto dura.